El primer turorial del blog (espero no sea el último) va de pintura decorativa. Siempre tuve ganas de hacerlo, y la noticia de la llegada de mi hijo hizo el resto.
Lo primero que necesitamos es preparar los materiales y herramientas que vamos a necesitar para realizar el proyecto, no está demás tener una idea clara de lo que queremos pintar en la pared, teniendo en cuenta el tamaño y proporción del dibujo a realizar sobre el espacio destinado a el.
Imprescindibles: 1 Habitación de Pablo, en su defecto, con una pared nos bastará.
2 Rotuladores (1 más o 1 menos)
1 Tema o dibujo para pintar.
1 Set de pintura (según colores) y brochas y rodillos (según tamaño y destreza).
No-Imprescindible: (pero que nos ayudarán)
1 Ordenador
1 Proyector
1 Set de rotulación (vinilo, cuter, cinta de carrocero).
1 Escalera (según altura).
En este caso elegimos un dibujo infantil sacado de
gusanito.com, de la sección de wallpapers, ya que se trata de la decoración de la habitación de un niño.
Notas: La imagen aunque la vayamos a reproducir en unas dimensiones considerables, no hace falta que tenga demasiados pixels ya que solo nos servirá de orientación.
Una de las cosas que nos facilitará pintar es que el dibujo lleve contornos más o menos gruesos.
Le hacemos las modificaciones que creamos convenientes para adaptarlo a nuestro espacio y gusto, para ello previamente medimos el espacio útil del que disponemos para el dibujo para no llevarnos sorpresas después (salvar enchufes, estanterías, cuna, etc.).
Calquemos!
Este paso lo podemos saltar si nos vemos con ánimo de dibujar directamente sobre la pared.
Con la ayuda de un proyector, pasamos la imagen que tenemos en el ordenador a la pared de la habitación, ajustando la distancia y el enfoque, conseguiremos tener el dibujo tal y como queremos realizarlo. Una vez posicionado es importante que quede fijo el proyector en el mismo sitio.
Nota: Si estamos a oscuras veremos mejor la imagen proyectada.
Ahora, y con un poco de paciencia, marcamos todos los contornos con un rotulador, lo hacemos a oscuras entre comillas, ya que con la luz de la proyección tenemos más que suficiente, y siempre un poco lateralmente ya que sino tapamos nosotros mismos la imagen a calcar.
Una vez marcados los rasgos principales del dibujo, apagamos el proyector y dejamos de trabajar a oscuras.
Ya podemos colocar las tiras de vinilo (opcional) para marcar la franja verde del dibujo, esta parte no nos interesa márcala con rotulador ya que no lleva contorno negro y necesitaríamos muchas manos de pintura para taparlo. Si no disponemos de vinilo adhesivo podemos apañarnos con la cinta de carrocero con un poco de maña. En nuestro caso la franja la continuamos en la siguiente pared, esto nos ayudará a integrar más el dibujo en la habitación dando un toque más global a la gráfica.
A colorear se ha dicho!
Empezamos a colorear, si el color de fondo de la habitación fuese bastante oscuro, es recomendable pintar una base blanca para ahorrarnos de pintar muchas capas de color.
En el caso de ejemplo como partimos de un fondo azul claro casi blanco, pintaremos directamente los colores.
A tener en cuenta que no hace falta ser muy preciso pintando, y nos podemos salir un poco de las lineas marcadas, ya que cuando acabemos con los colores pintaremos el contorno que es cuando ya tendremos cuidado de no salirnos de la raya.
Vamos fabricando los colores, pintando y dejando secar, y así sucesivamente hasta ir completando el dibujo. Tendremos en cuenta que la pintura suele aclararse de tono cuando se va secando.
Las manos de pintura dependerá mucho del tipo de pintura que utilicemos y de la pared donde pintemos, pero si respetamos los tiempos de secado del fabricante ya nos iremos dando cuenta sobre la marcha de las que necesita nuestro dibujo.
Perfilando, o andando de perfil.
Recomiendo un pincel fino, pero allá cada uno. Cogemos con especial cuidado, ya que se trata de pintura negra, un pincel y empezamos a perfilar el dibujo con la pintura negra, tendremos especial cuidado en esquinas, ojos, etc. Poco a poco vamos rellenando el contorno.
Para darle un toque más bonito (según gustos) despegamos la plantilla de vinilo con cuidado y la volvemos a pegar un poco desplazada. Oscurecemos un poco la pintura y le damos un par de manos como a todo el resto del dibujo. Una vez seco repetimos el proceso, un poco más oscuro. Aquí tendremos especial cuidado para evitar manchurrones de ultima hora, en que el tiempo de secado de la pintura sobre el vinilo no será el mismo que sobre la pared.
Acabamos de perfilar con el negro, siguiendo un orden para no apoyarnos nunca sobre tramos recien pintados, que sería fatal a estas alturas.
Nos separamos un poco del dibujo, contemplamos nuestra "obra de arte".
Sonreimos (esto también es opcional, según el amargamiento global de cada uno, y de si se parece en algo lo que hemos dibujado y lo que queríamos dibujar).
Y nada más, ya podemos recoger todas las pinturitas, limpiar las brochas y a esperar que llegue la cuna.
Nota mental: Cambiar la lámpara.
